Una de las características fundamentales de la Democracia está dada por el derecho que tienen los ciudadanos de fiscalizar, controlar y, eventualmente, revocar el ejercicio del poder que han delegado en los agentes estatales.
Para que estas facultades de la ciudadanía puedan ejercerse con eficacia, se requieren herramientas institucionales que faciliten el acceso a la información pública, mecanismos que permitan hacer efectiva la responsabilidad política de las autoridades que incurran en conductas definidas previamente como reprochables y, por cierto, una auténtica libertad de opinión y expresión.
Así encontramos como ejemplos de estos mecanismos:
Referéndum revocatorio, el voto programático, cámaras ciudadanas digitales, iniciativa popular de ley –en tanto permite a los ciudadanos proponer cambios que afecten a los representantes–, derecho de petición, derecho de reunión, libertad de manifestación, etc.
En cuanto a tipos de gobiernos democráticos, cada ordenamiento constitucional se define por uno u otro modelo de gobierno o adopta y combina características de más de uno de acuerdo con su realidad política y social.
De esta manera, el texto de la constitución puede optar por un modelo presidencialista –tipo de gobierno actualmente vigente en Chile–, que se caracteriza por un Poder Ejecutivo con amplias facultades de gobierno, pero también por sus importantes atribuciones legislativas, lo que lo ubica como el órgano colegislador principal respecto del Congreso, entre otros aspectos.
En la otra vereda encontramos el régimen parlamentario, donde la figura principal del gobierno es un primer ministro y su gabinete, los cuales resultan electos a partir de las mayorías parlamentarias y su duración se define en tanto subsistan tales mayorías; en tanto el jefe de Estado está desprovisto de atribuciones de gobierno y es más bien una figura que representa la unidad del país y que se ubica por sobre la contingencia política (Alemania, Grecia, Italia, etc.).
En una opción que adopta elementos de ambos modelos, encontramos el régimen semipresidencial, en donde encontramos un Presidente de la República como jefe de Estado, electo popularmente, con atribuciones de gobierno y un primer ministro, electo por la mayoría parlamentaria, con facultades de gobierno y administración (Francia, Rusia, Portugal, etc).
Algunos de estos temas ya se están conversando en nuestra plataforma colaborativa: